Explorando el Misterio: Jorge Humia y una vida dedicada al fenómeno paranormal
- shaka paranormal
- 29 may
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 30 may
En el episodio 6 de la temporada 4 de Paranormal SIN Miedo, tuvimos el privilegio de compartir una conversación profunda, reflexiva y cargada de historia con Jorge Humia, investigador uruguayo del fenómeno paranormal, con más de dos décadas de trabajo real, de campo, acompañando a familias, recorriendo casas, grabando voces, observando luces en el cielo y recogiendo testimonios que no entran en ningún libro de texto… pero que son, sin dudas, parte de nuestra realidad.
Este episodio no fue un repaso de anécdotas sueltas: fue un viaje por la historia viva del misterio en Uruguay. Una clase de empatía, pensamiento crítico y compromiso con lo invisible. Y sobre todo, un homenaje a todos aquellos que se atrevieron a mirar más allá cuando nadie quería hacerlo.
Galicia, “meigas” y una infancia entre relatos
Jorge Umia no llegó al misterio por una moda ni por Netflix. Su camino comenzó en la infancia, en una casa donde el fenómeno paranormal era parte de la conversación cotidiana. Su familia, oriunda de Galicia, España, venía con una cultura en la que las “meigas” (brujas), las apariciones, y la famosa Santa Compaña (la procesión de las almas en pena) no eran cuentos para asustar niños, sino recuerdos y vivencias reales compartidas con total naturalidad.
“En mi casa se hablaba de esto como se habla del clima.”
Esa exposición temprana a lo mágico —sin filtros, sin tabúes— sembró una curiosidad que no pararía de crecer. Pero lo que realmente impulsó a Jorge hacia la investigación fue una figura clave de su niñez: Roberto Santa María, un vecino que todos conocían como “el loco del barrio”, pero que en realidad era un pionero.
Santa María, en su taller de electrónica, escondía una biblioteca enorme y secreta con libros sobre OVNIs, espiritismo, contactos, fenómenos inexplicables. Un día, le ofreció a Jorge un libro. Después otro. Así empezó una formación autodidacta, apasionada y precoz. Con solo 10 años, Jorge leía a Benítez, Fabio Zerpa, Antonio Rivera y revistas como Más Allá, Año Cero o Mundo Desconocido.
“Me creía todo. Después, con los años, empecé a filtrar. Pero así se empieza.”
El fenómeno en carne propia: la noche de la caja de música
La teoría era fascinante. Pero el salto a la vivencia fue lo que definió su rumbo. Y ese salto llegó con una historia que aún hoy, décadas después, Jorge recuerda con emoción.
Una mujer lo contactó porque todas las noches escuchaba una caja de música sonar en su cuarto. Nadie más la oía. Todos pensaban que estaba perdiendo la razón. Jorge fue a su casa, inspeccionó el lugar, y le propuso hacer la prueba: que ella se acostara como siempre, y él se quedaría en la habitación a oscuras.
Durante horas no ocurrió nada. Pero en plena madrugada, el sonido comenzó.
“No es que viniera de un punto específico. Era como si flotara en el aire, justo a los pies de la cama. Una caja de música perfecta, clara. Y no había ninguna.”
Recorrió la casa, descartó posibles fuentes externas, incluso escuchó a través de un vaso contra la pared. Nada. El sonido duró varios minutos. Y cuando amaneció, la mujer se despertó, lo miró, y le preguntó: “¿Y entonces?”
“Sí, sonó la caja”, le dije. Y ella se largó a llorar. Me abrazó y repetía: ‘No estoy loca. No estoy loca’. Ese abrazo… no me lo olvido más.”
Esa fue la noche que convirtió a Jorge Umia en investigador. Desde entonces, no dejó de hacer visitas, entrevistas, grabaciones y experiencias en casas, campos, hospitales, caminos. Siempre con una consigna clara: buscar sin asustar. Entender antes que juzgar. Y acompañar antes que creer.
Investigar sin miedo y sin circo
Jorge plantea un enfoque que muchos olvidan: el misterio no necesita exageración. No necesita gritos ni shows. Necesita respeto. Por eso creó su propio espacio para divulgar el tema sin miedo, pero también sin circo.
“Hay familias que viven fenómenos paranormales y no tienen dónde pedir ayuda sin que les vendan al demonio o los tomen por locos. Nosotros tratamos de bajar todo a tierra, con criterio, sin negar, pero tampoco sin convertir cada cosa en un caso sobrenatural.”
La analogía con la medicina le sirve para explicar su metodología:
“No le podés decir a alguien que tiene cáncer sin hacer estudios. Acá pasa lo mismo: primero se descarta lo lógico, lo psicológico, lo ambiental. Si queda algo sin explicación, ahí sí… investigamos.”
Por eso Jorge se ha formado —de forma paralela— en conceptos básicos de psicología, psiquiatría, física, electrónica, historia de las religiones y hasta arquitectura. Porque a veces lo que parece paranormal… es solo falta de conocimiento técnico.
Transcomunicación instrumental: las voces del otro lado
Uno de los tramos más impactantes del episodio fue cuando hablamos de transcomunicación instrumental (TCI): la práctica de captar voces o respuestas del “otro lado” mediante grabaciones o dispositivos como las Spirit Box SB7 y SB11.
Jorge tiene ambas, modificadas para eliminar cualquier posibilidad de recepción por antena. Y si bien es muy crítico con el uso indiscriminado de estas herramientas, también reconoce que hay momentos donde las respuestas recibidas no tienen explicación natural.
“Cuando en una habitación cerrada, sin radios cerca, sin interferencias, una voz responde exactamente lo que estás preguntando… no volvés a ser el mismo. Te cambia.”
Aún así, no deja de lado el espíritu crítico:
“La mayoría de las voces pueden ser interpretaciones del ruido blanco. Pero hay veces que no. Y esas veces son las que te patean la mente.”
Ciencia, salud mental y puertas entreabiertas
Otro tema central de la charla fue el vínculo (a veces tenso) entre el fenómeno paranormal y la salud mental. Jorge contó casos donde al investigar fenómenos extraños, terminó detectando situaciones vinculadas a trastornos psiquiátricos. Por eso insiste: el investigador debe ser prudente y ético. No alimentar la sugestión. No reforzar el miedo.
También compartió cómo mantiene contacto con médicos, psicólogos, físicos e ingenieros que creen en estos fenómenos pero no lo dicen públicamente. Por miedo al ridículo, al desprestigio, al rechazo académico.
“Una vez un profesional de salud me dijo: ‘Te creo, he vivido cosas. Pero si vos salís a decir que yo te conté esto, lo niego todo. ¿Y a quién le van a creer? A mí. No a vos.’”
Aun así, en silencio, muchos hospitales y centros médicos mantienen rituales discretos: abrir ventanas cuando muere un paciente, no estar al pie de la cama, tirar de la cisterna. Gestos pequeños que hablan de una creencia ancestral que aún vive entre pasillos clínicos.
OVNIs: el fenómeno que espera su episodio
Aunque no profundizamos esta vez, Jorge es un apasionado del fenómeno OVNI. Fue organizador de encuentros públicos de observación, y es referente en el tema en Uruguay.
“El fenómeno OVNI es real. Lo que no sabemos es qué es. Pero la gente sigue viendo cosas. Y el cielo tiene tanto misterio como las casas encantadas.”
En un próximo episodio, nos meteremos de lleno en el tema. Ya está prometido.
Un homenaje a los que vinieron antes
Uno de los momentos más emotivos fue cuando Jorge homenajeó a los referentes que hicieron posible que hoy se pueda hablar de esto con cierta normalidad. Jorge Monsalve, Gustavo Rey, Henry de Zona Desconocida, Guillermo Lockhart… todos ellos, pioneros en divulgar el misterio cuando era sinónimo de burla.
“Hoy me dicen el nuevo ‘loco Santa María’. Y lo digo con orgullo. Porque alguien tiene que seguir ese camino.”
Cierre: lo paranormal es humano
Esta charla no fue solo sobre fantasmas, voces o luces en el cielo. Fue sobre personas. Sobre sufrimiento. Sobre la necesidad de respuestas. Y sobre cómo la búsqueda sincera, sin fanatismo, sin espectáculo, puede transformar vidas.
“Cada caso te deja algo. Cada persona que te dice ‘gracias, ahora sé que no estoy loco’… te da sentido a todo este camino.”
Esto no es entretenimiento. Es acompañamiento. Es duda permanente. Y es, sobre todo, respeto por lo que no entendemos del todo.
🎥 ¿Querés ver la entrevista completa con Jorge Umia en YouTube?
Buenísimo Nico