👻 La gran mentira de los objetos poseídos y el valor de la verdad en lo paranormal
- shaka paranormal
- 27 may
- 4 Min. de lectura
¿Puede un muñeco estar poseído por un demonio? ¿Existen los objetos con energía maldita? ¿Cuánto de lo que vemos hoy en redes es real y cuánto es un circo montado para generar likes?
Estas preguntas, que parecen simples, se han vuelto el centro de una problemática creciente dentro del mundo de lo paranormal. Y por eso decidí comenzar esta cuarta temporada de Paranormal SIN Miedo poniendo el foco justo ahí: en la mentira, en la farsa y en el daño que muchos pseudo-investigadores están generando desde hace años.
Pero también quise mostrar el otro lado. Porque sí existe lo inexplicable. Sí hay manifestaciones reales. Y hay personas que todavía investigan con respeto, seriedad y honestidad.
🎬 Arrancamos el 2025 sin pelos en la lengua
No puedo empezar esta temporada sin agradecer. Cuatro años después de haber lanzado Paranormal SIN Miedo, jamás imaginé que tanta gente seguiría pidiendo que volviera. Y este episodio fue muy especial, no solo porque marca un nuevo comienzo, sino porque pone sobre la mesa uno de los temas más controversiales del fenómeno paranormal moderno.
Me acompañó Walter, colega chileno, investigador con años en el terreno, con quien compartimos no solo investigaciones, sino también valores y una mirada crítica hacia el rumbo que está tomando este campo.
🧸 El mito de los objetos embrujados: entre la ignorancia y el negocio
Uno de los temas principales del episodio fue la proliferación de “objetos poseídos” en redes sociales. Muñecos, cuadros, espejos o simplemente baratijas de feria que son presentadas como “portales del mal” o “contenedores de entidades demoníacas”. ¿La razón? Sencilla: porque vende.
Pero lo que más preocupa no es que vendan humo. Lo grave es cómo afectan emocional y psicológicamente a personas reales, a familias que acuden a estos contenidos buscando respuestas a experiencias traumáticas. En vez de ayuda, encuentran miedo, manipulación y muchas veces, estafas.
Como conté en el programa: me han llegado mensajes de familias que vivieron este tipo de experiencias. Gente que después de consultar a uno de estos “expertos”, quedó convencida de que tenía a Satanás en el cuarto. Literal.
🧪 Equipos mal usados, teorías recicladas y la farsa del investigador moderno
Otro punto clave del programa fue desmitificar el uso de herramientas tecnológicas en el campo. Hoy cualquiera con una Spirit Box, un K2 o incluso una app trucha se autoproclama "investigador", "medium", "exorcista" o todo a la vez.
Vemos videos donde personas muestran cómo el K2 se vuelve loco porque tienen un celular al lado. Donde los sensores se activan porque hay viento o campos eléctricos normales. Y encima etiquetan eso como prueba “de contacto con el más allá”.
Eso no es investigar. Eso es mentir.
Lo dije en el episodio y lo repito acá: tener un aparato no te hace investigador, como tener un bisturí no te hace cirujano.
🧠 El daño psicológico: el gran tabú del fenómeno paranormal
Pocos lo dicen, pero muchos lo sufrimos: los seudo-investigadores no solo mienten. Hacen daño. A veces irreparable.
Decirle a una persona que tiene un demonio en su casa o en su cuerpo sin pruebas ni criterio, puede generar un quiebre emocional gravísimo. Porque cuando uno cree que algo oscuro lo acompaña, no duerme, no come, no vive en paz.
Y ese miedo no desaparece con un video o un “like”. Esas familias siguen ahí, vulnerables, con miedo… y sin ayuda real.
🔊 El contraste: una evidencia real que nos devolvió la fe
Para mostrar que lo verdadero existe —y para limpiar el aire después de tanto humo— cerramos el episodio con una joya: una transcomunicación instrumental legítima, capturada por el investigador chileno Jorge Chanillo.
Jorge lleva más de 40 años investigando. No tiene miles de seguidores. No hace shows. No vende entradas. Pero su trabajo habla por él. En esta grabación, usando solo una PSB7 y un parlante, logró una serie de respuestas claras, coherentes y directas de una entidad. Nombres propios. Respuestas a preguntas personales. Incluso una manifestación física: una puerta que se cierra cuando se le pide a la entidad hacer ruido.
Esto no es casualidad. No es edición. No es marketing. Es la diferencia entre investigar y actuar.
🔍 ¿Qué nos deja todo esto?
Que el fenómeno paranormal existe.
Que se necesita estudio, tiempo, respeto y paciencia.
Que el 90% de lo que ves en redes es falso, editado o forzado.
Que el daño psicológico que se genera es real y grave.
Que hay personas que todavía buscan la verdad por vocación, no por fama.
🙌 Nuestra responsabilidad como investigadores… y como audiencia
No es solo culpa del que miente. También hay responsabilidad en quien elige consumir sin cuestionar. Por eso, como audiencia, tenemos que dejar de alimentar a esos canales que venden “demonios en frascos” o “muñecos malditos” sin una pizca de evidencia.
Apoyemos a los que investigan en serio, aunque no tengan fueguitos ni música de terror. Apoyemos a quienes se arriesgan a ir a lugares complicados, a quienes se sientan horas esperando algo que no siempre llega.
Porque ese es el verdadero trabajo de un investigador: buscar, dudar, volver a buscar y compartir con honestidad lo que encuentra.
📌 Conclusión
Este episodio fue una catarsis, sí. Pero también una reafirmación de principios. Desde Paranormal SIN Miedo, y junto a colegas como Walter, vamos a seguir haciendo esto por las razones correctas: por la pasión por lo inexplicable y por el respeto a quienes nos abren sus casas, sus vidas y sus historias.
Gracias por bancarnos un año más. Y si recién llegás, bienvenido. Acá no te vamos a vender miedo. Te vamos a invitar a pensar.
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